LA PODA DE PLANTAS ORNAMENTALES:
Como hemos dicho, es todo un recorrido de formas, tipos de plantas, estilos y necesidades de podas...
Los árboles que encontramos en nuestras calles, parques y jardines, han pasado a ser parte de nuestra vida. Los vemos todos los días y llega un momento que nos olvidamos que son seres vivos. Nos olvidamos que nos ayudan a vivir mejor y llegamos a verlos como un simple objeto.
¡ Ay! Cuando ocurre eso, empezamos a tratarlos mal, cortar sin piedad, pensando sólo en nosotros de manera egoísta y muchas veces incluso, aniquilamos árboles que quizá nuestro abuelo ayudo a crecer.
Tenemos que darnos cuenta y más vale que sea pronto, que las plantas y en especial los árboles: NOS DAN LA VIDA.
Bueno, después de esta breve introducción, vamos a definir y explicar que es y como se ha de realizar una poda adecuada.
DEFINICIÓN DE PODA: Supresión de
cualquier parte de la planta, según el criterio del podador con el fin de
obtener un resultado determinado en lo referente a seguridad, salud, estética o
productividad de la planta.
Podríamos definirla de otra manera:
Eliminación
de partes del elemento vegetal para conseguir un perfecto desarrollo. Es un
medio artificial de regular su desarrollo bajo ópticas diferentes (estética,
especulativa y curativa).
En principio, las plantas no
necesitan poda, en la naturaleza se auto podan si es necesario. Nosotros lo
hacemos, debido a unas necesidades o gustos (forma, floración…). Por lo tanto,
la poda persigue un objetivo y debe realizarse con las técnicas adecuadas. No
debemos podar por podar: Es mejor no podar, que podar mal.
En
cualquier poda, la planta sufre estrés y cuanto más grande sea la herida, mas
daño puede hacer en partes vivas y sin embargo en parte muertas, no sufrirá
apenas o nada.
COMO PRIMERA CONCLUSIÓN: Si vamos a podar mal, mejor dejamos a la planta tranquilita y sin tocarla.
SI VAS A HACER ESTO: ESTATE QUIETECITO ¡POR FAVOR!
A continuación, vamos a explicar un poco de generalidades de la planta para poder entenderla mejor.
GENERALIDADES DE LA PLANTA:
Cualquier planta, sea de la especie que sea, está compuesta por dos partes
principales: El sistema radicular y el sistema aéreo.
LA RAÍZ: El sistema radicular es el encargado de
la absorción de agua y las sales presentes en el suelo, mediante los pelos
absorbentes. Otra de las funciones de la raíz, es la de anclaje al suelo.
YEMAS: Lo ponemos en otro apartado, ya que son los órganos de crecimiento por excelencia. En ellas, se encuentra la información necesaria para dar origen a formaciones vegetativas, reproductivas o ambas a la vez. Las yemas se clasifican:
- Yema latente: Es la que no se desarrolla antes del año siguiente de su formación, pasando el periodo invernal en estado de reposo. Dan lugar a las formaciones laterales de ramas y troncos.
- Yema anticipada: Es la que se desarrolla el mismo año de su formación.
- Yema adventicia: no tienen un posición fija, ni crecimiento fijo. Dan lugar a veces a chupones y ramas de emergencia.
- Yemas de flor: Dan origen a las flores.
- Yemas de madera: Dan origen a brotes.
- Yemas mixtas: Pueden dar origen a flores o brotes.
- Yemas terminales: Son las ubicadas en el extremo de brote o rama.
- Yemas axilares: Ocupan la axila de la hoja.
PERIODOS ANUALES DE VEGETACIÓN:
Los cambios estacionales del clima, tienen una influencia directa sobre las
plantas, afectando a su fisiología interna:
- Otoño: Cesa el crecimiento del verano, y las temperaturas comienzan a descender. En las plantas de hoja caduca, antes de perder la hoja hay una regresión de los elementos nutritivos y de reserva, hacia ramas, tallos o troncos. Las ramas y brotes se lignifican, se reduce la actividad vegetativa y entra en periodo de reposo. Las plantas de hoja perenne, permanecen todo el año con hojas, pero sin ningún tipo de actividad.
- Invierno: Durante el periodo invernal, la planta no muestra actividad, aunque existan condiciones ambientales sean propicias momentáneamente. Los procesos fisiológicos se ven profundamente reducidos.
- Primavera: Finaliza el periodo de reposo, reanudándose la brotación. El primer síntoma de actividad vegetativa, es la hinchazón de las yemas. Estas dependerán del tipo de planta y especie. A medida que aumentan las temperaturas, el crecimiento vegetativo se intensifica, formándose las hojas, brotes, etc.
- Verano: Los brotes siguen su desarrollo, pero en menor intensidad y finaliza momentáneamente cuando las temperaturas llegan a partir de 35 grados. Al finalizar el verano, cuando las temperaturas vuelven a descender, se reanuda un segundo crecimiento vegetativo de poca intensidad hasta llegar al otoño.